“¿Y manis tu por qué estabas tan perdida?”, me han dicho las locas que se divierten en La Madrid, Metos Bar, La Saoco y los baños del Food Court de Albrook Mall… Bueno me había ganado un viaje con todo completito. “¿A dónde?” me preguntaban las que trabajan en Zara, Hander’s y una que otra de la 4 de Julio... Yo les decía: “por ahí les cuento, dejen que se forme el Arroz con Mango”.
Y es que no era un viaje cualquiera, fue uno de esos de múltiples escalas, uno de veras demandante, de esos que te exigen empacar la pollera de gala con todas las alhajas y tembleques. Yo lo llamaré: TOUR TRÁMITES DE GOBIERNO.
PAQUETE #1: Matrícula
DESTINO: Universidad de Panamá
No se olvide de sacarle copia hasta al certificado de defunción de su tatarabuela.
En este excitante viaje usted conocerá interesantes parajes tales como: “eso no se hace aquí”, “suba los 1982938347758 escalones a COLINA”, “le falta el sello”, “le falta la firma”, “estamos en hora de almuerzo”, “venga mañana”.
‘Las caras lindas de mi gente […]’ de la Universidad de Panamá, te recibirán, para hacerle sentir como un iletrado e ignorante. Pero no desespere, después de invertir el 200% del tiempo estimado para su trámite, usted logrará completar su proceso, haciendo de su estadía en la universidad un verdadero viaje de características extremas.
No se olvide al final de su trámite deleitarse con las ricuras de la cafetería universitaria: porciones extra pequeñas, sin posibilidad de exigencia, filas enormes y modales olvidados en casa.
PAQUETE #2: Renovación de placa
DESTINO: Municipio de Panamá
No se olvide de tomarse todos los analgésicos a su disposición incluyendo los que la tatarabuela, ya mencionada, seguramente guardaba en aquel empolvado botiquín.
En este sitio de paso obligado tendrá todos los elementos reunidos para un infarto: stress, malas caras, poca información, múltiples cajas y ventanillas; y lo más seguro es que la matricula de su automóvil, moto, bicicleta, grillo o carro alegórico no estará lista, así que relájese.
Eso sí, jamás se atreva a asistir a este centro en ropa apropiada para el clima, en su equipaje incluya la ropa más incómoda posible: pantalones largos, camisas, faldas largas, calzado cerrado; ya que a la primera manifestación de vestimenta propia de zonas tropicales se le negará la entrada por más casual que usted parezca. Un requisito ilógico pensando en las elevadas temperaturas con las que convivimos en el país.
El tour por el municipio de Panamá, lo pondrá a analizar si es de verdad justo pagar sus impuestos y cuotas de aseo. Pero por favor, no desista de hacerlo, aunque perderá tiempo, dinero y energías, su trámite finalizará como algún día divinamente también acabará la administración de Bosco Vallarino.
PAQUETE #3: Cita Médica
DESTINO: Caja de Seguro Social, Centros de Salud
Antes de visitar estos populares ‘museo[s] del hombre panameño’, asegúrese de instruirse con un tutorial de cómo lucir extremadamente enfermo, si puede conseguir maquillaje y unas viseras falsas mejor aún.
Para conseguir un pasaje (CITA MÉDICA) deberá asistir con la misma técnica que utiliza un joven iluso que va al casting de ‘Vive la Música’. Levántese exageradamente temprano, en otras palabras no duerma ese día, seguro las ojeras le ayudaran en su look de enfermo, cuando usted llegué al centro hospitalario puede existir la posibilidad de que haya un sinnúmero de otros visitantes previos a usted que madrugaron a horas no concebidas en el calendario maya.
Vaya con la mente preparada para el slogan mas popular de estos sitios: “SE ACABARON LOS CUPOS”
La apariencia de enfermo le dará ventajas con el doctor que le asista, ya que este tratará de tener el menor contacto visual posible y le recetará entre estas tradicionales opciones: acetaminofén, ungüento mentolado o ibuprofeno. De ver su falso estado de gravedad correrá con un posible grado ínfimo de posibilidad de llamar su atención y podría ser tratado dignamente, todo es cuestión de suerte y que los astros se alineen de forma correcta.
*** Y así nos vamos en Panamá de tour en tour, acompañados de esa apatía a servir a los demás, yo obtuve mi experiencia en las noches que me tocaba taconear en vía Venetton, en Ave. Perú y en Vista Hermosa: al usuario hay que darle lo mejor. Es una simple norma de justicia, de vida, de respeto, somos una cadena extensa en la cual hoy somos servidores y mañana necesitados de ser servidos.
Las instituciones de nuestro país necesitan una restauración de su recurso humano urgente. Nuestro país se atrasa por la pereza, los malos gestos, las acciones de desgano, las horas de almuerzo extendidas, la falta de información, la corrupción (coima) y otros canceres que de ser mencionados en semana santa harían a cualquiera convertirse en mono o en pesca’o.
¿Qué tal si la próxima vez que nos toque atender a alguien empezamos por: ‘Buenos días’?
