CHANCE

ADVERTENCIA: Esta crítica contiene información referente a partes del filme. El uso de lubricante hace las cosas mas sencillas.

Cuando me enteré entre los nubarrones bochincheros de mi invernal Panamá que se preparaba una producción cinematográfica de dirección y guión panameño, abrí mis ojos color marrones zancudos #78 para captar cualquier dato de esta pieza. Un buen día vi por primera vez información concreta de la creación de CHANCE, de Abner Benaim, sabiendo de Benaim algunos detalles generales como: su origen judío, el nombre de su productora (Apertura films), la dirección del libro de fotos PANAMIX y los capítulos de la serie documental ‘El Otro Lado’; empecé a indagar un poco mas en sus trabajos previos a CHANCE, me encontré, en su página oficial www.aperturafilms.com, con un portafolio 40/60 que me hizo crear un perfil creativo, muy a mis criterios.

Al poco tiempo llegó el trailler y me dejó despistado con lo que podía esperar en esta ocasión de Abner, más cautivado por la serie documental antes mencionada (40) y un poco decepcionado de su dirección en algunos videos musicales, editoriales y pautas comerciales (60); percibía en el avance un estilo muy gringo de guión de comedia: los débiles se revelan, provocando una secuencia de castigos en contra de sus opresores, enseñando una lección; de lo que sí estaba muy claro es que la película se iba a desarrollar con fines de distribución comercial. Teniendo presente que ninguna idea previa era válida hasta la presentación del filme, vi con gusto la promoción de la cinta, las actividades y envidié el traje que lució Isabella Santo Domingo en la alfombra roja y ni hablar del Robbie Duran (mmm para chupárselo…s dedos); hasta que por fin le dieron el Chance a las empleadas de verla en el cine y aun así no me alcanzó la plata pa’ verla en estreno así que esperé hasta ayer a medio precio.

Estaba muy emocionado y ataviado con mi bufanda, guantes y abrigo de pieles (y obvio que sintéticas, menos matar a animalitos indefensos), la emoción provenía de la expectativa de todas las locas que me habían dicho: “además de salir la Yuyi y Lucy Molinar, esta buenísima”, sin hablar de las pa-ya-sa-das en facebook. Pero no era la primera vez que escuchaba tanta reacción en masa testimoniando una buena película, así que al fin y al cabo podía coronar a CHANCE o formar mi arroz con mango.

La sala de cine un lleno total, mucha bulla (cosa que nunca acabó, no faltaban los: mira eso, mira a…, por ahí…., ese es….) y sin siquiera proyectar comerciales antes de la película, comenzó CHANCE y ya la gente se estaba riendo a carcajadas… mi primera observación: la película es un éxito desde el principio ya que ofrece un alto nivel de reconocimiento, resalta elementos de la sociedad citadina panameña, con los que el espectador crea un vinculo rápidamente; justo ahí decidí relajarme, me quité la peluca, los guantes, me saqué los tacones y empecé a ver la película desde una visión menos crítica y como una oportunidad de reírme de mi mismo.

Algunos detalles simplemente saltaban a mi vista rápidamente, pa’ que no me den por solo veneno, hablaré de sus aspectos en general.

El guión cuenta con un movimiento continuo, en ningún momento la película permite que la mente del auditorio divague, es una constante demanda de situaciones, una tras otra sin parar. Con un montón de palabras obscenas como me gusta a mí, santísimo de los cojones, amén.

Las locaciones están bien elegidas, aunque la ambientación de la casa González-Dubois era cuestionable por algunos muebles, accesorios o electrodomésticos que desvaloraban un poco la imagen de familia de muy alto perfil, aunque este es un detalle que solo se da a notar con detenimiento.

Las actuaciones:

• Francisco Gatorno: no seré muy exigente con su acento. Su rostro entre diálogos transmitía la sensación de búsqueda de líneas, se veía con una mirada distraída, no me transmitió mucha seguridad su actuación pero se patrocinó una escena en particular que a mas de uno le encantaría ensayar una y otra vez con él.
• Isabella Santo Domingo: tenía todo el temple para la rabiblanca/malcriada, su intento de panameña se acercaba más a un acento venezolano o barranquillero, pero su actuación le atribuye a la historia el punto antagónico que coloca al observador de parte de las empleadas.
• Las gemelas: sus líneas estaban creadas con un alto contenido cliché, era desarrollar a una sola yeyesita, en dos cuerpos separados, aunque creo que físicamente eran muy acertadas, sus actuaciones se hacen débiles cuando tenían que representar emociones de rabia, tristeza o indignación, ni hablar de dolor, en la película se dio la ruptura de tabique menos sufrida de la historia del cine, patrocinada por Mariví y Marité. Algunos las han definido como falsas, las perdonaré porque a diario me encuentro gente falsa en la vida real también.
• Juan David: se lleva mis totales aplausos, no esperaba mucho de él, la mayoría de las actuaciones infantiles que veo actualmente se ven manipuladas o muy estresadas, el joven actor manifestó tener actitudes escénicas…. Más adelante hablaré sobre su papel.
• Rosa Lorenzo: al conocer la historia de quien interpreta este personaje vas al cine con mucha expectativa, siendo muy acertada su apariencia, Rosa seguramente no tuvo que hacer muchos esfuerzos para saber como defenderse de los abusivos patronos, representó de forma muy graciosa nuestra idiosincrasia de barrio. En algunos momentos su actuación manifiesta la posibilidad de haber sido mejor dirigida, existían algunas pausas entre líneas y una falta de exageración en algunas emociones, tratándose de un personaje tan pronunciado; pero es perdonable cualquier debilidad y encomiable el trabajo de esta mujer innatamente talentosa. Ojalá su capacidad actoral sea mas allá del papel de la mujer de barrio pobre, permitiéndole desempeñar otras facetas.
• Aída Morales: se lleva todo mi crédito en esta película, ejerce el liderazgo en capacidad artística dentro del reparto, sus emociones son expresadas al máximo, con un gran control facial y una habilidad para provocar sentimientos de respuesta de la audiencia.
• Padres de Gloria: la madre muy bien elegida e interpretada, pero el padre… entre más hablaba, mas deseaba que desapareciera de la escena, extremadamente falso y con un tono de populacho repitiendo el rosario.
• Extras: muy bien la gran mayoría, la madrina muy cubana para mi gusto, pero bueno y nos comparan mucho con el Caribe como para no reconocerlo. Roly Starling me dio un gran flashback con el personaje de “el Panameño”, pero creo igual que con Toña que estos son personajes muy ligados a la personalidad de quien los interpreta, tal como Lucy Molinar actuando de Lucy Molinar.

La película transmite un poco el estilo palpado en los documentales de “El Otro Lado” en sus imagenes del Panamá popular (no muchas), muestran la cara real de Panamá, tal cual. Es sin duda una hermosa crítica del abuso de patrones a empleados, jocoso que esta denuncia sea realizada por un judio, cuando es comun esteriotipar a los miembros comerciantes de la comunidad hebrea panameña como esclavizadores de tiempos modernos.

El lenguaje soez solo me resultó en una ocasión fuera de contexto: cuando las gemelas le dicen a Toña que lave su ropa, “fucking vaga” me parece que era un término muy fuerte para expresarse teniendo en cuenta el gran caudal de palabras obscenas en el léxico panameño, sin olvidar esto también creo que fueron limitados en el uso de este recurso, muchas palabras vulgares pero en teoría las mismas.

La violencia en la película es muy al estilo ‘Chavo del 8’, pero con lo enérgico de una película de género acción, los puñetazos que se meten le hincharían la mano a cualquier luchador, y la hinchazón duraba cuestión de horas. La parte irreal son las empleadas rompiendo las narices del par adolescente, sigue siendo una imagen dura de procesar para mí, esta tortura podía ser sustituida por cualquier otra forma de castigo.

El juego inestable con la personalidad de Daniel, el hijo de los González-Dubois es absurdo a momentos, varían entre el niño travieso que graba a su papá y hermanas teniendo relaciones sexuales, que miente a su madre sobre tareas, que sabe apuntar un arma---al niño que no entiende lo que es un secuestro y se deja engañar fácilmente.

El humor es muy local, da la impresión de que esta será una cinta muy de la región para la región, expone universalidad en su marco de circunstancias pero no así en la idiosincrasia representada, lo que también es útil en la exposición de la idea de ‘lo que es’ un panameño. Cada quien en la sociedad actual puede identificarse con un personaje de CHANCE.

En el aspecto visual, los fotogramas que me resultaron más llamativos son los de la secuencia de maniquíes en Multiplaza al introducir a las gemelas, la matanza de las garrapatas y el plano general de Toña cuando se gana la lotería, una hermosa imagen verde pérdida solo por la poca emoción agregada a la victoria.

Muchas situaciones pueden provocar que el espectador juzgue momentos claves en los cuales los patrones podían escapar de sus secuestradoras, pero nada que la magia multilineal del cine no pueda arreglar.

Algo que sentí como una deficiencia fue la poca exposición sobre el significado de “chance”, ese billetito de lotería que los pobres anhelan ganar, la explicación fue muy general y al parecer sobrentendida, aunque no era necesario ahondar en el tema, fue a mi criterio muy ligera.

La música no es de gran notoriedad, pero la salsa sensual, bailada por Paquita y Gloria, da en el clavo, al igual que el reggae en el Audi regresando a la mansión.

Ahora esas cositas que me quedé mirando:

· El micrófono de Paquita casi al empezar la película, esta de espalda viendo el televisor en la cocina y dentro del uniforme se observa fácilmente, ojo vestuaristas con las telas transparentes.

· En una escena comiendo helados, Paquita sostiene la cuchara a la altura de la cara, al hablar con Gloria, al cambiar de plano en menos de un segundo la mano esta abajo.

· La sangre de las reventadas de tabiques, es a mi parecer muy espesa, muy parecida a la que me queda en la toalla cuando me baja la regla.

· La invención imaginaria de una carretera que va Colombia a través de Darién, me pareció una buena apología de la unión entre los dos pueblos, así como la amistad de Toña y Paquita; en esa misma línea también, la idea de que Toña (una panameña) se va a trabajar a Colombia es una situación que aunque poco frecuente ofrece un sabor original al desenlace.

· Los comerciales de uno que otro patrocinador panameño, a mi criterio la publicidad fue lo suficientemente discreta.

· Al llegar Paquita con Gloria a la casa de Toña, se paran con la madrina en frente del televisor, ninguno de los extras que estaban viendo la telenovela tiene una reacción a excepción de unos cuantos intentos para ver entre las mujeres.

· La novela que todos ven fue una excelente creación, aun no se interpretar su significado a plenitud, pero ir de un lugar a otro con la novela en transmisión me dio una sensación de paralelismo.

· Los carteles políticos, los comentarios y la actitud de Fernando son una parodia muy bien compuesta de la política panameña. (ahh y la gorra de PDR que usó Paquita)

· La camiseta preferida de Toña con Miami en el pecho (el lugar donde querían ir los González-Dubois), sus pies mohosos, su cabello sin alizar, sus dientes de oro y sus ademanes.

Al acabarse la película yo fui de esos que corrió a aplaudir, al fondo escuchando a Ruben Bladés y envidiando a Mariví y Marité en su escena en el quirófano, salí de la sala con la sensación de que los $2.10 que pagué además de entretenerme me habían llenado de orgullo; Abner Benaim y todo el equipo de trabajo lograron crear una formula bien medida que ha cautivado a muchos en Panamá; abrieron el camino para que en la casilla de ‘cine panameño’ se pueda tener una buena referencia, nos dieron algo para mostrarle a los amigos de afuera y decir: “así como vez aquí, así mismo somos en Panamá”. Gracias al fin por darnos el chance.

P.D.: Querido pelucón Abner, si quieres una musa para tus nuevas entregas cuenta conmigo, soy ideal para hacer la historia de Toña el episodio 1, tu solo avísame.

Patodrilo7