Mientras día a día los economistas de Panamá; hombres guapos y corpulentos, presumen sobre el crecimiento económico del país y se trazan más y más proyectos de construcción, la situación climática mundial no demuestra ninguna tendencia positiva.
Pero aquí en Panamá nada es para asustarse, hemos promulgado por años la creencia de que “Panamá esta bendecida”, en otras palabras: Panamá es invulnerable a cualquier fenómeno natural.
Mientras en muchos sitios cada vez mas personas promueven una conducta de ahorro energético, en nuestra ciudad nos inventamos mas formas de agotar nuestros recursos de forma desmesurada.
El otro día fui a comprar al supermercado mis toallas sanitarias, mis barras dietéticas y un brillo tenue para mis labios (artículos ligeros que siempre tengo en mi bolso), al ir a la caja y pagar decidí llevarme esos tres artículos en la mano, con mi comprobante de pago, ya me sentía demasiado culpable en aportar a la contaminación con los envoltorios de las cosas que compré, la cajera se negó y me dijo q era norma del local salir con los artículos en las bolsas del negocio; yo insistí primero con tono de rabiblanca, después con acento de pela de Juan Díaz y por último con el matiz de la voz de una hormiguita del DIMA…. Simplemente no me querían dejar salir sin el pedazo contaminante e innecesario de plástico, y lo más tétrico del caso me iba a dar una bolsa doble, porque además de lo ya mencionado son ‘cartuchos’ de mala calidad. Al final lo logré dando toda mi cátedra sobre el medioambiente que ni el seguridad, ni la cajera entendieron porque ni en “La Crítica” ni en la novela “El Capo”, alertan sobre la urgencia de actuar en pro de nuestro planeta.
Y es que la gente ignora que tomando medidas para detener el cambio climático se están ayudando a sí mismos, piensan que están ayudando a la ‘naturaleza’ como sí nosotros no fuéramos parte de ella.
Las distancias más cortas en Panamá son vendidas como los puntos más lejanos de la tierra. Yo me voy caminando por lo general de Vía Venetto a Calle Uruguay, en mis noches de trabajo nocturno, y mis amigas colombianas y algunos chicos de mi bandada me miran aterrados: “¿Cómo vas a caminar? ¿Por qué no agarras un taxi?”. En una de las ciudades mas pequeñas de Latinoamérica la gente anda en carro hasta para ir al chinito a compra un maní salado. Las bicicletas son solo un objeto para ir al causeway o la cinta costera, hacer un tramo y regresar a la maquinita personal de contaminación del aire: carro.
El reciclaje en nuestra ciudad esta resumido a: los señores piedreros (recolectores de lata) y los ridículos tinaquitos en la cinta costera que dicen: vidrio, papel, metal, caca de perro, votos para Bosco Vallarino, etcétera; pero no cumplen ni un por ciento su aparente función.
El día que el mar empiece a elevar su nivel de forma palpable en nuestra ciudad, yo alzaré vuelo, no se que harán los que no tiene alas, pero será definitivo que quedará siendo una moderna ciudad… acuática, el progreso actual quedará resumido a metros cúbicos. Quiera el dios Momo y se iluminen las cabezotas panameñas y la cultura sobre nuestras verdaderas riquezas sea proporcional a otro tipo de ideologías, abiertamente practicadas como el juegavivo, la homofobia, el machismo, la corrupción y el yeeeeeyoooooo (iuuuu).
No me martirizaré mas, promoveré regiamente una nueva forma de vida. Cuando vean a una loquita en la calle andando en bicicleta, apagando las luces, evitando las bolsas plásticas, reciclando y ahorrando agua, acuérdense de mi y contágiense… dicen que lo pato se pega ojala lo de orgánica también. Y así de pajarito en pajarito.
Patodrilo7
Pero aquí en Panamá nada es para asustarse, hemos promulgado por años la creencia de que “Panamá esta bendecida”, en otras palabras: Panamá es invulnerable a cualquier fenómeno natural.
Mientras en muchos sitios cada vez mas personas promueven una conducta de ahorro energético, en nuestra ciudad nos inventamos mas formas de agotar nuestros recursos de forma desmesurada.
El otro día fui a comprar al supermercado mis toallas sanitarias, mis barras dietéticas y un brillo tenue para mis labios (artículos ligeros que siempre tengo en mi bolso), al ir a la caja y pagar decidí llevarme esos tres artículos en la mano, con mi comprobante de pago, ya me sentía demasiado culpable en aportar a la contaminación con los envoltorios de las cosas que compré, la cajera se negó y me dijo q era norma del local salir con los artículos en las bolsas del negocio; yo insistí primero con tono de rabiblanca, después con acento de pela de Juan Díaz y por último con el matiz de la voz de una hormiguita del DIMA…. Simplemente no me querían dejar salir sin el pedazo contaminante e innecesario de plástico, y lo más tétrico del caso me iba a dar una bolsa doble, porque además de lo ya mencionado son ‘cartuchos’ de mala calidad. Al final lo logré dando toda mi cátedra sobre el medioambiente que ni el seguridad, ni la cajera entendieron porque ni en “La Crítica” ni en la novela “El Capo”, alertan sobre la urgencia de actuar en pro de nuestro planeta.
Y es que la gente ignora que tomando medidas para detener el cambio climático se están ayudando a sí mismos, piensan que están ayudando a la ‘naturaleza’ como sí nosotros no fuéramos parte de ella.
Las distancias más cortas en Panamá son vendidas como los puntos más lejanos de la tierra. Yo me voy caminando por lo general de Vía Venetto a Calle Uruguay, en mis noches de trabajo nocturno, y mis amigas colombianas y algunos chicos de mi bandada me miran aterrados: “¿Cómo vas a caminar? ¿Por qué no agarras un taxi?”. En una de las ciudades mas pequeñas de Latinoamérica la gente anda en carro hasta para ir al chinito a compra un maní salado. Las bicicletas son solo un objeto para ir al causeway o la cinta costera, hacer un tramo y regresar a la maquinita personal de contaminación del aire: carro.
El reciclaje en nuestra ciudad esta resumido a: los señores piedreros (recolectores de lata) y los ridículos tinaquitos en la cinta costera que dicen: vidrio, papel, metal, caca de perro, votos para Bosco Vallarino, etcétera; pero no cumplen ni un por ciento su aparente función.
El día que el mar empiece a elevar su nivel de forma palpable en nuestra ciudad, yo alzaré vuelo, no se que harán los que no tiene alas, pero será definitivo que quedará siendo una moderna ciudad… acuática, el progreso actual quedará resumido a metros cúbicos. Quiera el dios Momo y se iluminen las cabezotas panameñas y la cultura sobre nuestras verdaderas riquezas sea proporcional a otro tipo de ideologías, abiertamente practicadas como el juegavivo, la homofobia, el machismo, la corrupción y el yeeeeeyoooooo (iuuuu).
No me martirizaré mas, promoveré regiamente una nueva forma de vida. Cuando vean a una loquita en la calle andando en bicicleta, apagando las luces, evitando las bolsas plásticas, reciclando y ahorrando agua, acuérdense de mi y contágiense… dicen que lo pato se pega ojala lo de orgánica también. Y así de pajarito en pajarito.
Patodrilo7
Dirán los yeyes de los edificios altos de Paitilla que nos convertiremos en la nueva Venecia, ja ja! ¿Será que habrán saneado la bahía o terminado la Ampliación del Canal de Panamá para ese entonces? ¿le habrá quitado Panamá el título a Miami?
ResponderEliminarMe gusta mi país verde y sin esos monstruosos edificios, me gusta más lo verde que los colores sobre cemento.
¿Hacia donde vamos?¿Vamos a algún lado? ¿Por qué tenemos esas ganas inmensas de que en el siguiente Censo seamos más la cantidad de panameños?
¡No sé! Creo que habemos muchos ignorantes, mal ilusionados, estúpidos o algo parecido en un espacio muy reducido de tierra.
Buenisimo! y es la verdad pero que se puede hacer en un pais donde uno de los medio de informacion mas grande o mejor dicho EL MAS GRANDE: LA TELEVISION no funciona como canal para transmitir consciencia sobre este tema...solo saben poner quien murio destripado, quien llevo a la corregiduria a quien y como ganasr la loteria. pais tan hermoso, acabo de regresar no hace musho de chiriqui, mi provincia preferida desde niño y solo pasar un dia en el pueblo de boquete me hace enamorarme mas de la belleza de este lugar, espero algun dia contribuir con un poco mas de cultura y consciencia en los medios ya que eso e sparte de mis planes junto con mi carrera universitaria, buenisimo lo que escribiste
ResponderEliminarEl problema aquí es que nos han metido de egg to egg la mentalidad de la vanidad y la moda, aquí se nos enseña siempre a sacar el 100% de todo sin pensar en los demás, eso es desde el que está más abajo hasta el rabiblanco que vive trepao a 125m de altura. Aca tenemos una urgencia por parecernos a New York con rascacielos y modernos Malls cuando no saben que lo que los turistas vienen a buscar aca es el monte, sí el monte gente, las aventurista ecoturísticas, caminar en el bosque. Nos meten en la cabeza que todo lo de afuera es lo mejor y por eso no apreciamos nuestro país ni lo cuidamos, debemos ser como Berlín que en medio de la ciudad tiene dos bosques que los cuidan bastante y sirven como pulmones de la ciudad no como el metrpolitano q por fuera es el planeta de los avatar y por dentro es un basurero y un peladero...
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