Trabajar en un call center en Panamá

Apenas salí de la escuela secundaria, me di cuenta que lo que mas quiere un padre en esta etapa es controlar a su hijo; controlar todo, en teoría joder, joder mas de lo normal, y yo con esas inmensas ganas de salir volando del nido a desplegar mi plumaje trepado en un cable de electricidad de Perejil, me fui un día primaveral de mi Panamá a buscar empleo.
Las opciones eran bien limitadas y después de pesar entre meterme a puta, vender pepas en partys electrónicas, decorar carros alegóricos, trabajar en Lips-BLG-Oxen (en ese tiempo)-o cualquier otro cuequereque, montarme a buses a vender pastillas freegels o inscribirme al PRD; elegí el mal, abusador, violador, penetrante sin vaselina, esclavitud en tiempos modernos, sacadera de shit, mal parido, Balbina Herrera, Noriega, hijo de puta derrotero de aplicar en un call center.
En el que apliqué ya trabajaban varias palomitas titibús de mi bandada, que muy a gusto con tal rutina manduquera, iban a diario felices a su programación al mejor estilo robot, es que justo eso te hacen en un call center, eres la maquinita de tercer mundo para hacer plata de un gringo que se rasca la pelota, que no le importa ni con la gente desempleada de su propio país.
El lavado de cabeza empieza desde el primer momento, te dan una bienvenida con Pepina y Tortón como anfitriones, te dicen que en ese lugar todos son una gran familia y lo son, si eres un gran loser que decide quedarse largo tiempo en tal lugar llegarás rápidamente a crear vínculos con los otros perdedores que al igual que tu se conforman con el salario de apariencia sustanciosa, que se han ideado para aparentar una paga justa a sus empleados, y así pasan los días y se hacen una vida de call center, suben a kiuei (QA no soy tan cholo jo!), y su ano se florea con tan solo pensar en la cumbre de ser un supervisor al mando de otra manada de bastardos.
Te encontrarás con un montón de humanoides: los que no ha seguido estudios, los que han aportado a la sobrepoblación del planeta y tienen que mantener la consecuencia de no usar un maldito condón, ex convictos, chombas bien chaneadas de Rio Abajo, vendedoras de Avon, los Colon Expreso, deportados de Estamos Podridos de América, jubilados sin oficio o atarugados en préstamo, awebaitos universitarios y gente como yo que no quería mas que sus papas le metieran el dedo (y a la vez yo también un awebaito universitario).
Me encontré rodeado de un entorno altamente congueador. Primero te asignan un supervisor (otro congo que gana un poquito mas que tú) y a su primera princesa el QA (menos congo porque gana un poco mas que tú, menos que el supervisor y no coge llamadas, solo las escucha y te manda pa’l carajo); estos dos personajes te harán ver a tus padres como unas inofensivas judías de Paitilla, se encargarán de empujar cada vez mas el dildo del castigo callcenteriano, en algunas ocasiones te gritarán en público, harán reportes y le encontrarán el detalle no existente de aquella cosa que hace que tu conversación con el hijo de su cerda madre que no paga sus cuentas (el cliente) no sea la “perfect call”.
No pueden faltar las decisiones sobre fechas importantes yo apliqué por ahí como en enero y en febrero me moría por ir a tirar besitos montado en un grillo, pero como ningún mortal en todo Panamá me tuve que quedar en mi estación de trabajo siendo mentado de madre mas veces que las que yo he mentado en mi vida. Olvídate de cualquier fecha, el calendario lo puedes usar para limpiarte el ojete, tu tiempo esta comprado justo cuando firmas con esa gran sonrisa tu contrato.
Y bueno no se puede ser peor congo de la misma mentira en la que te meten ellos, para cualquier empresa que funciona a través de un call center su prioridad son los clientes, ni si quiera tu, así que en el momento en que te pongas en lo que tu crees es el lado de la empresa ellos te dirán que te pongas del lado del racista irresponsable (cliente); así que es un ir y venir donde te llaman te gritan los que están detrás y en el teléfono.
Ni hablar de los negociazos que se mandan dentro de estas cloacas, instalan como costumbre una cafetería que tiene los precios de ‘allá’ para el sueldo reducido de los de ‘acá’…. Una galleta pascual a $0.40, un ‘rial’ de jolz ($0.05 halls) a $0.25, los pelos del toto de su madre a 2x1.
Para quien le ha servido temporalmente uno de estos mataderos, sabe que este montón de “atorrancias” tienen mas que un sentido crítico, es el grito que cualquier incauto lanza al decodificar los “$500 plus bonus monthly” (500 dólares mas bonos mensualmente).
El dedo se lo siguen metiendo a mi y un par de otras pingüinitas, pero hoy estoy a punto de analizar las mismas opciones que acompañaron mi pensamiento justo cuando me puse en cuatro y empecé en este call center, tal vez me vean por la 4 de julio, de ser así no se olviden en dejar su cooperación.
Patodrilo7